Mi Viaje a Segovia
Este año, como viaje de fin de curso de mi colegio, hemos ido a Segovia. Una ciudad situada en el medio de la PenÃnsula Ibérica, y reconocida además por su belleza natural. Nos esperaba un gran viaje.
Y asà fue.
Nos acompañaron dos profesoras. Naturalmente, no fueron todos los niños de mi curso, lo cual hizo que el alojamiento en las habitaciones fuera mejor. Nuestra estancia en Areva ValsaÃn, en San Ildefonso, duró una semana, y después volvimos a Gran Canaria. El viaje a Segovia fue expectacular, espléndido.
 Hicimos muchas actividades durante la semana, acompañadas de alguna que otra fiesta que hacÃamos por las noches. El albergue estuvo genial; tenÃa un buen espacio de césped para jugar. También habÃa rocódromo, en el que escalábamos en nuestro tiempo libre.
Mi actividad favorita fue montar en las canoas. No fue la única que me gustó, pero esta destacó. Fuimos en canoas de tres personas en un gran, gran lago. PodÃamos explorar cada zona del lago, y asà lo hicimos. También hicimos carreras, cuales fueron muy entretenidas.
Fuimos a La Granja, siendo curioso su nombre ya que no era una granja de animales. Era una fábrica de cristal. Antes de entrar creÃa que iba a ser aburrido, pero al final resultó ser interesante. Pudimos ver varias esculturas que nos dejaron estupefactos, y también, cómo lo hacÃan.
Una de las grandes caminatas que hicimos, fue caminar por una montaña, hasta llegar a una hermosa cascada. (Aunque también mortal). Las vistas eran preciosas desde ahà arriba. Después de la gran caminata, paramos en un bar-restaurante de por ahÃ. Nos tomamos un chocolate caliente, que nos sentó genial debido a las frÃas temperaturas que hacÃa. Todo esto seguido de unas compras por las tiendas.
También pudimos visitar algunos pueblos cristianos de Segovia, y su historia. Los monumentos eran interesantes por cómo habÃan sido construidos. Vimos el mercadillo tÃpico de La Plaza Mayor, que por cierto, era enorme. También fuimos a un Parque Natural y dimos un paseo cerca de un gran rÃo.
Lógicamente, también fuimos a Segovia capital. Vimos el Castillo de Alcázar que tenÃa unos moquetas enormes y bonitas, y un techo con muy bonitos dibujos aparte de su antigua decoración, sus hermosas vistas, y muebles. La entrada al castillo era un puente, a muchos metros del suelo. Pasamos por el Acueducto, curiosamente construido con piedras colocadas a presión, buena idea, ya que no tenÃan cemento.
Las profesoras nos dejaron tiempo libre para ir por las tiendas y comprar souvenirs.
Durante el viaje, se disputaba el partido: España-Suiza. Y como todos somos fieles a la roja, pudimos ver el partido todos en un restaurante. Desgraciadamente, perdió.
Fuimos al campo, a sacar fotos, para ver los caballos salvajes que andaban sueltos, y si alguno tenÃa suerte, pisaba alguna caca de caballo. Cuando finalmente nos acercamos a los caballos, pudimos observar a una yegua blanca embarazada. Cada vez tenÃamos más miedo, ya que dos caballos se iban acercando poco a poco hacia nosotros para olernos. Lo malo era que no podÃas salir corriendo, porque si no se podrÃa enfadar y ahà sà que tendrÃamos un problema. Un caballo se me acercó y me olió el brazo durante un rato. Yo me iba a estallar de la risa, pero a la vez estaba muerto de miedo, por si me arrancaba el brazo. No me pasó nada. La profesora, cabreada porque estabamos gritando y corriendo del miedo, soltó una pequeña palabrota, pero nos hizo risa. Después, un compañero nuestro se cayó en todo el barro, y ya os imagináis como quedó, aunque se lo merecÃa por estar siempre molestando a los demás. Pero de todas maneras, no me quise reÃr. Al final, todos salimos sanos y salvos, excepto algunos, que rozaron una planta que hacÃa un zarpullido que producÃa picor.
El dÃa que todos estábamos esperando: ¡visitar la Warner Bros de Madrid! Nos dividieron en tres grupos. HabÃa algunos que no se querÃan montar en casi nada, y algunos que se querÃan montar en todo. Mi atracción favorita fue en la que nos montábamos en un bote, subÃamos una cuesta, entrábamos en una cueva, ¡y el bote se dio la vuelta! CaÃmos hacia atrás dos veces, pero me encantó. Luego Ãbamos por un rÃo en un valle indio bien largo. SubÃamos una cuesta, nos metÃamos dentro de una cueva. Llegamos al tope, se abrieron las puertas, y caÃmos por una gran bajada.
Me chifló, me gustó mucho, me encantó, ¡me lo pase genial!
¡MuchÃsimas gracias a las profesoras por acompañarnos en el viaje, por ser tan amables, graciosas, y por portaros muy bien con nosotros!